Tengo que decir que estoy sorprendida y un tanto abrumada por la repercusión que está teniendo la bitácora, ayer la visitaron más de 300 personas. Vuelvo a decir que no soy Robin Hood ni pretendo convertirme en la Juana de Arco de ninguna causa, por justa que parezca. Aunque mi relación con el Malo de la Película fue breve, en mi entorno hay gente que está al alcance de su caballo.
Si me paro a pensar sobre todo esto, creo se han juntado varios factores para esta primavera del comentar; por una parte el tema central es, como dice el Censor, público y notorio. Otros han apuntado que más bien es un secreto a voces. Por otra parte que la gente tiene muchas ganas de hablar de aquello que le afecta, cosa que me parece fantástico. Y, por último, que se ha tocado el nervio de la muela. Me explico. En esta época en la que vivimos y con el bagaje de 40 años de dictadura a tiro de piedra, cuando a la gente le dices que no diga, la gente trina.
No pretendía en esta ocasión hablar de lo de siempre, quería hablar del día de la mujer trabajadora, del etarra de Juana Chaos, pero la actualidad manda, así que lo dejaré para más delante.
Muy señor mío, le agradezco mucho su intervención, ha resultado muy aclaratoria. No tenía noticias sobre su trabajo actual, si bien conocía que en su anterior ocupación las personas le tenían a usted por persona amable y servicial, cosa por la que le felicito. Ahora bien, a la primera se ha cubierto usted de gloria. También le tengo que felicitar, seguro que no es la última vez, por su florido pensil. ¿No le parece creativo este intercambio de opiniones? ¿No le recuerda a aquellas batallas dialécticas de principios del siglo XX cuando los políticos todavía eran capaces de cambiar de parecer si el orador era convincente? A mi me parece que nos enriquecemos todos.
Por otro lado medite en lo que estamos haciendo, estamos criticando a los que mandan, estamos difundiendo por internet lo que se dice en los mentideros, estamos rehabilitando el billete satírico del Siglo de Oro, ¡estamos sacándoles cantares! Si usted quiere denominar eso como apología del terrorismo, me da la impresión que ha perdido el norte.
Cuando usted entró al nuevo cargo muchos sospechamos que el señorito Iván estaba preparando la sucesión. Con su declaración de defensa a ultranza de su Gran Amigo a mi me ha quedado claro quién moverá los hilos si usted llega a la cabeza.
No tengo nada contra la Institución, es más, me parece que todos deberíamos tomar ejemplo de su fundador en cuanto a luchador abnegado y en cuanto a su amor y dedicación a las letras y a su pueblo. Pero si bien es cierto que un garbanzo no estropea un cocido, nadie ha dicho que se lo deban comer.
Lealtad, que concepto tan hermoso. Sangrante es que se convierta en adalid de la lealtad alguien que, para vencer a su contrincante y hasta entonces amigo, enarbole la bandera de la moralidad y le acuse de, cómo decirlo, libertino.
Y para que tenga usted más para arrojarme, más mentiras sobre su Gran Amigo:
• En el presente y/o en el pasado ha participado en empresas y/o sus amigos íntimos participan en empresas de hostelería. En algún momento ha entablado relaciones comerciales desde su cargo con alguna de estas empresas.
• En el presente y/o en el pasado ha participado en empresas y/o sus amigos íntimos participan o han participado en empresas de formación. En algún momento ha entablado relaciones comerciales desde su cargo con alguna de estas empresas.
• En el presente y/o en el pasado ha participado en empresas y/o sus amigos íntimos participan o han participado en empresas relacionadas con las nuevas tecnologías. En algún momento ha entablado relaciones comerciales desde su cargo con alguna de estas empresas.
• Como ya han apuntado, su mujer está plenamente cualificada y ha sido contratada, año tras año, gracias a un concurso público inexistente. Eso se llama nepotismo o, si usted quiere, amiguismo y lo más grave del asunto se da cuando los sueldos de los beneficiarios provienen del erario público.
Ya tenemos el tema central del cantar, sólo nos falta un juglar con tino que teja los versos y los musique, y tendremos el mayor éxito en MP3 de la historia de Peñaranda.
¡Manos a la obra!